Como medir el Valor de una Vivienda

El valor de una casa o de cual­quier in­mue­ble no es me­di­ble úni­ca­men­te por sus me­tros cua­dra­dos de cons­truc­ción, sin em­bar­go, la ca­li­dad de los ma­te­ria­les y aca­ba­dos es un fac­tor al que co­mún­men­te no se le da el valor justo en la de­ci­sión de com­pra.

Exis­ten una serie de fac­to­res que le dan valor a una casa más allá de su ex­ten­sión, sería ab­sur­do medir el valor de un auto ­por los kilos que pesa o los me­tros cú­bi­cos de es­pa­cio que ocupa, es la ca­li­dad de sus com­po­nen­tes, tec­no­lo­gía, se­gu­ri­dad, efi­cien­cia, prac­ti­ci­dad, du­ra­bi­li­dad, los fac­to­res que le dan su valor, los mis­mos cri­te­rios deben de ser apli­ca­dos para va­luar una casa.

A con­ti­nua­ción le men­cio­na­mos al­gu­nos de los fac­to­res mas im­por­tan­tes que le dan valor a una casa, es­pe­ra­mos que la in­for­ma­ción pro­por­cio­na­da le sea de uti­li­dad para tomar la mejor de­ci­sión de com­pra.

Lo que sí se ve:

Alturas de piso a techo:

La vi­vien­da tí­pi­ca me­xi­ca­na a tra­vés del tiem­po ha per­di­do al­tu­ra por la sim­ple razón de “aba­ra­tar” cos­tos, esto ha dado como re­sul­ta­do una pér­di­da de ca­li­dad de vida oca­sio­na­da por los es­pa­cios tan re­du­ci­dos. Prue­ba de ello es que al en­trar a una casa an­ti­gua, de te­chos altos, la no­ta­mos fres­ca, am­plia y agra­da­ble.

Pisos, grifería, muebles de baño:

La ca­li­dad de estos es di­rec­ta­men­te pro­por­cio­nal a la can­ti­dad de pro­ble­mas que nos pue­den oca­sio­nar, su vida útil y su es­ta­do de con­ser­va­ción en op­ti­mas con­di­cio­nes. Hoy en día exis­ten malas co­pias de estos pro­duc­tos, co­pias que in­clu­so nue­vas se ven igua­les que los ori­gi­na­les, pero su ca­li­dad, vida útil y ga­ran­tía (si es que la tie­nen) son mucho me­no­res a las de sus con­tra par­tes ori­gi­na­les.

Aplanados:

De­pen­de de una co­rrec­ta se­lec­ción de ma­te­rial de ca­li­dad y su apli­ca­ción, que los apla­na­dos de una casa pre­sen­ten grie­tas re­cu­rren­tes y hagan que la casa, sien­do nueva, pa­rez­ca vieja y luzca de­te­rio­ra­da.

Cocina:

Es sin duda una de las áreas de más des­gas­te en la casa, por ello los mue­bles deben ser re­sis­ten­tes a la hu­me­dad, los he­rra­jes de uso rudo, las su­per­fi­cies re­sis­ten­tes a ra­lla­du­ras, las cu­bier­tas de ma­te­ria­les duros re­sis­ten­tes al calor y al mal­tra­to y los equi­pos deben ser de ex­ce­len­te ca­li­dad y con­tar con ga­ran­tía.

Instalaciones:

La ca­li­dad y el di­se­ño ade­cua­do de las ins­ta­la­cio­nes son fac­to­res clave para su fun­cio­na­mien­to, así se con­si­guen los si­guien­tes be­ne­fi­cios:

  • Menor costo de operación.
  • Bajos costos de mantenimiento.
  • Ahorro de agua
  • Ahorros en energéticos.
  • Mayor vida útil.

Lo que no se ve:

Ci­men­ta­ción y Es­truc­tu­ra:

De­pen­dien­do de la re­gión geo­grá­fi­ca y el tipo de suelo se debe se­lec­cio­nar el mejor sis­te­ma es­truc­tu­ral. Es im­por­tan­te con­tar con un es­tu­dio de me­cá­ni­ca de sue­los y un cálcu­lo es­truc­tu­ral pro­fe­sio­nal que cum­pla o re­ba­se los fac­to­res de se­gu­ri­dad sís­mi­cos que dicta la ley.

Pero lo más importante es: Su Diseño

Siempre ha exis­ti­do una di­fe­ren­cia de pre­cio abis­mal entre los pro­duc­tos de di­se­ño y los pro­duc­tos co­mu­nes, esto ha pro­vo­ca­do que el di­se­ño esté fuera del al­can­ce de la ma­yo­ría de los con­su­mi­do­res. Nos re­fe­ri­mos a un pro­duc­to de di­se­ño cuan­do éste cum­ple con su ob­je­ti­vo más efi­cien­te­men­te y está hecho de ma­te­ria­les de mejor ca­li­dad que el pro­me­dio. Sin em­bar­go un pro­duc­to de di­se­ño “res­pon­sa­ble” tam­bién debe de con­si­de­rar que su pro­duc­ción sea más efi­cien­te ha­cién­do­lo via­ble eco­ló­gi­ca y so­cial­men­te.

De igual ma­ne­ra, una vi­vien­da bien di­se­ña­da, con el ta­ma­ño co­rrec­to y cons­trui­da con ma­te­ria­les de ca­li­dad le aho­rra­rá pro­ble­mas, le cos­ta­rá menos man­te­ner­la y la dis­fru­ta­ra al má­xi­mo por mas años.

Una vi­vien­da bien di­se­ña­da es aque­lla que op­ti­mi­za los es­pa­cios (no ne­ce­sa­ria­men­te será más gran­de), uti­li­ce ma­te­ria­les de mejor ca­li­dad en forma más efi­cien­te, op­ti­mi­ce las ins­ta­la­cio­nes para que fun­cio­nen mejor, y sea más eco­nó­mi­ca de ope­rar y re­quie­ra el mí­ni­mo po­si­ble de man­te­ni­mien­to. Una casa real­men­te efi­cien­te no será la más eco­nó­mi­ca en su costo ini­cial pero si ten­drá una mucho mejor re­la­ción cos­to-be­ne­fi­cio.

Enlace original: MORADA CONSTRUCTORA